jueves, 29 de octubre de 2009

Ramiro Ledesma Ramos.


Ramiro Ledesma Ramos (1905-1936) Político y Escritor.

Fundador de las Juntas Ofensivas Nacional Sindicalistas (JONS), uno de los teóricos que más han influido en la concepción del Movimiento Nacional iniciado en 1936, Ramiro Ledesma Ramos nació en Alfaraz (Zamora) el 23 de mayo de 1905 y murió fusilado por los republicanos en Aravaca (Madrid) el 29 de octubre de 1936. Estudió las Carreras de Filosofía y Letras y Ciencias Físicas y Matemáticas, licenciándose en ambas por la Universidad de Madrid. Aventajado discípulo de Ortega y Gasset, profundizó en el estudio del filósofo Martín Heidegger y colaboró, desde muy joven, en «La Gaceta Literaria» y la «Revista de Occidente». Por entonces escribió, también, su única novela, El sello de la muerte. Ramiro Ledesma tenía veinticinco años al ocupar la dirección de la revista «La Conquista del Estado» (14 de marzo de 1931), coincidiendo este momento con su irrupción en la política activa. Entrada verdaderamente extraña para quienes le conocían antes, para quienes habían asistido a su primera juventud de estudioso de la Filosofía y las Matemáticas, reflejada en sus trabajos de la «Revista de Occidente», pero que él justificará luego señalando que: «Toda novedad auténtica está condenada por radical designio, a no ser comprendida. Es el caso de las juventudes cuando acometen la creación de nuevos estilos de vitalidad.» El periódico, en el que colaboraban principalmente Giménez Caballero, Juan Aparicio, Souto Vilas, Emiliano Aguado, Bermúdez Cañete estaba vinculado a dos consignas fundamentales: nacionalismo profundo y revolución de carácter económico-sindical. Al poco tiempo de salir, su director es encarcelado como consecuencia de los intentos de protesta por el viaje de Maciá a Madrid y Ledesma pasa diez días en la cárcel Modelo. El 25 de julio (1931) es suspendido el periódico no reanudando la publicación hasta el mes de octubre, en cuyo número, se anunciaba la próxima fundación de la organización política (J. O. N. S.). Las J. O. N. S., cuyo espíritu respondía a una profunda inquietud social y a una actitud Nacional Sindicalista, se fundaron el 30 de noviembre de 1931. Según su fundador, equivalían al «abandono de las tácticas de aproximación a los intentos subversivos de los anarcosindicalistas. Un afán de crear la propia doctrina. Quieren la unidad intangible de España. Postulan el respeto a la tradición religiosa. Llaman de modo preferente a las juventudes, no admitiendo en su seno sino a los españoles menores de cuarenta y cinco años. Manifiestan su incompatibilidad radical con el marxismo. Y representan una demanda imperiosa de revolución social-económica, a base de la sindicación obligatoria, la intervención nacional de la riqueza y la dignificación plena de los trabajadores». En abril de 1932, Ramiro Ledesma Ramos pronuncia una conferencia en el Ateneo sobre el tema Fascismo frente a marxismo, que no puede terminar por las protestas del público y que alcanza resonancia en la Prensa. El 10 de agosto de aquel año vuelve a ser detenido a consecuencia de los sucesos antirepublicanos, encarcelamiento que se volverá a repetir a fines de enero de 1933 para cumplir una condena de dos meses. Al salir de la cárcel participa en el consejo de Redacción del recién creado «El Fascio», semanario que dirigió Delgado Barreto, del que salió un solo número y en cuyo consejo de redacción participaron Giménez Caballero, Primo de Rivera, Ramiro Ledesma, Sánchez Mazas y Juan Aparicio. En abril se traslada a Portugal, donde se encuentra exiliado Onésimo Redondo y deciden fundar la revista «JONS» como órgano teórico de la organización y cuyo primer número salió a la calle en mayo de aquel mismo año. Tres meses después ingresó en el penal de Ocaña acusado de complot contra la República. Al ser puesto en libertad, en el mes de agosto, se dirigió a San Sebastián donde se entrevistó, por mediación de José María de Areilza, con los dirigentes falangistas Primo de Rivera, Ruiz de Alda y García Valdecasas. En el mes de octubre asiste al acto fundacional de la Falange en el teatro de la Comedia de Madrid y los días 11 y 12 de febrero reúne al Consejo Nacional Jonsista, con el fin de discutir una posible unificación con Falange. Una vez perfiladas y aceptadas las bases del acuerdo, éste fue firmado por los máximos dirigentes Ledesma Ramos y Primo de Rivera. Sin embargo, hubo discrepancias como la del prestigioso jonsista Montero Díaz que se apartó de la organización. La estructura jerárquica adoptada por la nueva Organización fue la de una junta de Mando Nacional, constituida por José Antonio Primo de Rivera, Ramiro Ledesma Ramos, Ruiz de Alda, Onésimo Redondo, Raimundo Fernández Cuesta y Rafael Sánchez Mazas.

Desde entonces ésta se llamó Falange Española y de las JONS y tuvo a la cabeza, hasta septiembre de 1934, un triunvirato dirigente formado por Ruiz de Alda, Primo de Rivera y Ledesma Ramos. Debido al resurgimiento de ciertas discrepancias, en el mes de septiembre, el triunvirato delegó sus funciones ejecutivas en Primo de Rivera, que convocó el primer Consejo Nacional de F. E. y de las JONS. En éste, y a propuesta de Sánchez Mazas, fue nombrado jefe Nacional José Antonio y Presidente de la junta política a Ledesma Ramos, que previamente había aceptado la jefatura de aquél. Poco después de la Revolución de octubre en Asturias y Cataluña, propuso que el partido, de acuerdo con jóvenes mandos del ejército, pasara a la acción armada. En la primera decena de noviembre redactó, por encargo de la junta, el Anteproyecto de los Estatutos que contenían los veintisiete puntos de la Falange, que serían retocados, para su aprobación definitiva, por Primo de Rivera. A finales de diciembre de 1934, el Partido está en crisis y la junta Política se reúne sin encontrar un remedio a la situación. Las JONS habían incorporado obreros a las filas de la Falange, pero aún estaba en plena elaboración la vertebración sindicalista, cuando se había llegado a la fusión de las dos fuerzas. Manuel Hedilla había creado la primera y muy limitada organización sindical de la Falange. El rompimiento entre José Antonio y Ramiro Ledesma fue más por la presencia en la Falange de dos tendencias extremas en los escalones de mando inmediatamente a ellos, que por una intransigencia personal de ambos. Efectivamente estas tendencias se manifestaban por una parte, entre elementos procedentes de las JONS que veían en los falangistas hombres más preparados intelectualmente pero que les producían reservas en cuanto a su capacidad revolucionaria, procedentes como eran de capas burguesas y acomodadas. Recelaban a su vez los falangistas de los jonsistas, que al ser en su mayoría de origen obrero podrían proletarizar en extremo peligroso a la Falange y especialmente por la presencia, de entre aquellos, exmilitantes de la izquierda que pretendían conservar modos y tácticas troskistas.

A la salida de la reunión decide, junto con Onésimo Redondo, Sotomayor y Manuel Mateo, separar a las fuerzas jonsistas del partido; escisión que se llevó a efecto en enero de 1935. Ledesma intentó recrear las JONS, mas nunca logró tener un número suficiente de miembros para hacerlas viables, mientras que por su parte la Falange aumentaba progresivamente sus filas. La nueva agrupación saca un nuevo semanario, «La Patria libre», que polemizará agriamente con Falange. En el mes de mayo publicó su libro Discurso a las juventudes de España y en noviembre del mismo año su obra Fascismo en España (sus orígenes, su desarrollo, sus hombres) (Ramiro Ledesma firmó este libro bajo el seudónimo de Roberto Lanza) en el que señala que «para ellos su escisión y rompimiento con Falange equivale, de hecho, a la liquidación definitiva de una concepción que les era preciso superar» y el libro termina con estas palabras: «A Ramiro Ledesma y a sus camaradas les viene mejor la camisa roja de Garibaldi que la camisa negra de Mussolini.» En mayo de 1936 visitó a José Antonio en la cárcel Modelo de Madrid y se ofreció a Falange para todo. En el mes de julio editó el primer y único número de la revista «Nuestra Revolución» y pocos días después del Alzamiento del 18 de julio, es detenido e ingresado en la prisión de Ventas, de donde fue sacado, junto con Ramiro de Maeztu, para ser fusilado en Aravaca el 29 de octubre de 1936. Le fue otorgado a título póstumo la Palma de Plata del Movimiento.

martes, 27 de octubre de 2009

lunes, 26 de octubre de 2009

Cuando los dioses nacian en España.

Guía políticamente incorrecta de la civilización occidental.

Esta vez recomendamos un libro de reciente salida al mercado literario, el libro es de José Javier Esparza y de Anthony Esolen.


Todo lo relacionado con la gloria de Grecia, la grandeza de Roma... Hasta no hace demasiado tiempo, era común entre nosotros el deseo de conocer nuestra historia y el orgullo por nuestra herencia cultural. Pero hoy ya no es así. ¿Las enseñanzas de Platón? Irrelevantes. ¿La cultura de la Roma clásica? Un ejercicio de chauvinismo. ¿El papel de la Hispanidad en el mundo? Algo de lo que avergonzarnos. Sí, hay algo que todo periodista e intelectual progresista que se precie no puede soportar: nuestra propia civilización occidental. La Guía políticamente incorrecta de la civilización occidental es el libro de referencia para conocer nuestras propias raíces: el cristianismo, nuestra cultura clásica en pensamiento y literatura, la herencia civilizatoria de Grecia y Roma, el legado español de los Reyes Católicos... Y quiénes mejor para exponer nuestra herencia cultural que el profesor norteamericano Anthony Esolen y el famoso periodista y escritor José Javier Esparza, conocido por sus brillantes libros sobre la historia de España. Este libro le ayudará a conocer mejor quiénes somos y por qué estamos orgullosos de nuestra civilización. También le mostrará qué ha significado (de bueno y de malo) cada época: la Edad Media, el Renacimiento, La Ilustración... Nada queda al margen del punzante análisis de esta guía políticamente incorrecta de nuestra historia.

jueves, 22 de octubre de 2009

Crisis, crisis, crisis....


España sigue atravesando unos momentos difíciles, en los que parece que la crisis no ve el final. La oposición sigue sin saber bien donde situarse y con sus graves problemas de corrupción; los sindicatos siguen estando en contra de los empresarios, culpando a estos de los problemas de la crisis, mientras que los trabajadores sufren esta crisis los líderes sindicales españoles culpan a los empresarios, anunciando que se movilizaran antes de que finalice el año contra ellos; por otra parte se encuentran los empresarios empeñados en el despido barato y libre y en que sus beneficios no mermen; otra de las partes implicadas es el gobierno que haciendo oídos sordos a los principales problemas sociales y económicos de los españoles sigue en su cruzada de convertir en España a el país más progresista de todo el mundo poniendo como excusa que la legislación europea esta muy por encima de nosotros en progreso cuando todos sabemos que eso no es cierto, mientras que a nuestro gobierno progresista parece que se le olvida que en materia de educación dicho por todos los expertos europeos nos encontramos a la cola, ¿por qué nunca se habla en este país de la educación? será porque quieren un pueblo de imbéciles e incultos que mermada su voluntad de decisión obedezcan los mandatos progresistas.

Y por último nos encontramos el pueblo español que somos los que sufrimos sus consecuencias, con una tasa de paro que pasa de sobra los 4 millones de parados, con una subida de impuestos gravísima, con una falta de inversión en las PYMES impresionante y con un largo etc., nos preguntamos por que los españoles no nos encontramos en las calles denunciando esta situación.

Parece que como vemos el gobierno de ZP no lo ha hecho tan mal como parece, los valores del progresismo barato han sido implantados ya en la sociedad española, en los momentos difíciles donde se ven los buenos hombres vemos como cada posición implicada va en una dirección distinta haciendo gala de ese individualismo egoísta implantado por el progresismo carca y barato.

Nosotros seguiremos siendo esa disidencia juvenil que hará frente al progresismo barata de hoy en día, donde frente a su individualismo egoísta nosotros abogaremos siempre por nuestro idealismo y por la unidad del pueblo.

sábado, 17 de octubre de 2009

12 de Octubre.































Para el día de la Hispanidad de este año, la Asociación Iberia Cruor colaboró con la asociación Respuesta Joven en una pequeña campaña, elaboramos varias decenas de pancartas con diferentes lemas que fueron colocadas en varias ciudades andaluzas durante los días anteriores al 12 de octubre.
Todos esos mensajes coincidían en un mismo fondo; la defensa de la nación española como baluarte de libertad e identidad dentro un panorama político y social caótico, materialista y apátrida.
Defendemos a España como nuestra casa y hogar. La tierra en la que nos enraizamos y que da sentido a nuestra identidad.
Defendemos una España plural, pero al mismo tiempo integradora. Que encuentra en sus diferencias internas el principal exponente de su grandeza.
Defendemos a España como proyecto de futuro. En un mundo cada vez más orientado al transnacionalismo, nuestra nación es garante de nuestra existencia y nuestra libertad.














viernes, 16 de octubre de 2009

martes, 13 de octubre de 2009

Nuevo amanecer.

Obama y el premio nobel de la paz.


Estos últimos días los medios de comunicación han bombardeado la información con el premio nobel de la paz de Obama, la mayoria lo ven como una buena señal otros, los más atrevidos, se preguntan que es lo que ha hecho para merecérselo. Nosotros vamos más allá, ¿por qué se le concede el premio nobel de la paz a un señor que aumenta el número de tropas en Afganistán, que concede un crédito millonario a Paquistán para que renueve y aumente su armamento nuclear y que como vemos sigue manteniendo la postura militarista en los países ocupados por Estados Unidos?
En realidad lo único que ha hecho para merecerselo es la simple palabreria de acabar con el conflicto en Oriente Próximo. Que como vemos parece que los israelies gozan de total impunidad mientras que los palestinos son masacrados ya que como vemos la ultima del presidente israelí a sido la de querer evitar a toda costa que los altos mandos del ejercito israelí que dirijieron la ultima incursión contra Palestina, donde murieron miles de personas inocentes, se libren de ser juzgados por el tribunal de los derechos humanos de la Haya.
Desde aquí aplaudimos el paso que dió para el próximo cierre de Guantánamo, habrá que esperar haber si es cierto, pero nos parece que el premio nobel de la paz no se le ha concedido por méritos propios sino por otros intereses más ocultos, como vemos para el progresismo este presidente es el nuevo "mesías" y hay que colmarlo en alagos y premios, en fin por desgracia los premios nobeles año a año se desprestigian debido al doble rasero que utilizan para medir a la gente. Nosotros seguimos preguntandonos que es lo que ha hecho para merecerselo.

Derecha social italiana.

lunes, 12 de octubre de 2009

Patria.



Queriendo yo un dia
saber que es la patria
me dijo un anciano
que mucho la amaba
La patria se siente
no tiene palabras
que claro la expliquen
las lenguas humanas
Allí, donde todas
las cosas nos hablan
con voz que hasta el fondo
penetra del alma
Allí, donde empieza la breve jornada
que al hombre en el mundo
los cielos señalan
allí, donde el canto
materno arrullaba
la cuna que el ángel
veló de la guarda
allí, donde en tierra
bendita y sagrada
de abuelos y padres
los restos descansan:
allí, donde eleva su techo la casa
de nuestros mayores...
¡ allí esta la patria !
El valle profundo la enhiesta montaña
que vieron alegre correr nuestra infancia
las viejas ruinas de tumbas y de aras
que mantos hoy visten de hiedras y zarzas
el arbol que frutos y sombra nos daba
al son armonioso del ave y del aura;
recuerdos, amores, tristeza, esperanzas
que fuentes han sido de gozos y lagrimas;
la imagen del tiempo, la roca y la playa
que ni años ni ausencia del animo arrancan
la voz conocida la joven que pasa
la flor que has regado y el campo que labras;
ya en dulce concierto, ya en notas aisladas
oiras que te dicen:
¡ aqui esta la patria !

domingo, 11 de octubre de 2009

Aniversario de la Batalla de Poitiers


Ayer, 10 de octubre, se cumplió el 1.277 aniversario de esta gran batalla que significó un antes y un después para la Europa cristiana de entonces.

La Batalla de Poitiers (conocida por la historiografía europea como Batalla de Tours para no confundirla con la Batalla de Poitiers de 1356; معركة ب لا ط الشهداء‎ Batalla de la corte de los mártires en árabe) tuvo lugar el 10 de octubre de 732 entre las fuerzas comandadas por el líder franco Carlos Martel y un ejército islámico a las órdenes del valí (gobernador) de Al-Ándalus Abderrahman ibn Abdullah Al Gafiki cerca de la ciudad de Tours, en la actual Francia. Durante la batalla, los francos derrotaron el ejército islámico y Al Gafiki resultaría muerto. Esta batalla frenó la expansión islámica hacia el norte desde la Península Ibérica y es considerada por muchos historiadores como un acontecimiento de importancia macrohistórica, al haber impedido la invasión de Europa por parte de los musulmanes y preservado el cristianismo como la fe dominante durante un periodo en el que el islam estaba sometiendo los restos de los antiguos imperios romano y persa.

Partiendo del noreste de la Península Ibérica, los musulmanes habían sometido fácilmente Septimania, establecido Narbona como su capital (denominándola Arbuna), otorgando unas condiciones honorables a sus habitantes arrianos, y pacificado rápidamente el suroeste de lo que hoy es Francia, amenazando durante unos años los territorios francos. El Duque Odón de Aquitania (también conocido como Eudes el Grande) había derrotado decisivamente una importante fuerza de invasión musulmana en 712 en la denominada batalla de Tolosa, pero las razias árabes continuaron, llegando el año 725 a la ciudad de Autun en Borgoña. Amenazado por los árabes por el sur y por los francos desde el norte, Eudes se alió en 730 con Uthman ibn Naissa, denominado «Munuza» por los francos, el emir bereber de lo que más tarde sería Cataluña. Como tributo, Eudes dio su hija Lampade en matrimonio a Uthman para sellar la alianza, y las razias árabes a través de los Pirineos (la frontera sur de Eudes) terminaron.

Aun así, el año siguiente Uthman se sublevó contra el valí de Al-Ándalus Al Gafiki. Sin embargo, éste acabó rápidamente con la revuelta, dirigiendo después su atención contra el antiguo aliado del traidor, Eudes. Según una fuente árabe no identificada, «Aquel ejército pasó por todas partes como una tormenta devastadora». El duque Eudes (denominado rey por algunos) reunió su ejército en Burdeos, pero fue derrotado y Burdeos saqueada. La matanza de cristianos en el río Garona fue especialmente terrible. Según las crónicas de Isidoro Pacense (Incipit Epitome Imperatorum, vel Arabum Ephemerides, atque Hispaniae Chronographia Sub Uno Volumine Collecta) «solus Deus numerum morientium vel pereuntium recognoscat» (sólo Dios conoce el número de muertes). Las tropas musulmanas procedieron entonces a devastar totalmente aquella parte de la Galia, y sus propias crónicas afirmaron:
«Los creyentes atravesaron las montañas, arrasaron el terreno abrupto y el llano, saquearon hasta bien adentro el país de los francos y lo castigaron todo con la espada, de forma que cuando Eudes trabó batalla con ellos en el río Garona, huyó».

Eudes pidió ayuda a los francos, una ayuda que Carlos Martel sólo le concedió después de que Eudes aceptara someterse a la autoridad franca. La derrota de Eudes le dio a Carlos Martel una oportunidad ideal para atacar a Al Gafiki, que había sufrido pérdidas en Burdeos.

En 732, una fuerza incursora árabe se dirigía en dirección norte hacia el río Loira, encontrándose fuera del alcance de sus líneas de suministro. Un posible motivo, según el segundo continuador de la Crónica de Fredegar, eran las riquezas de la Abadía de San Martín en Tours, la más prestigiosa y sagrada de aquel tiempo en el oeste de Europa. Al tener noticias de esta incursión, el Mayordomo de Palacio de Austrasia, Carlos Martel, reunió a su ejército, de unos 15.000 a 75.000 veteranos, y marchó hacia al sur.

Pese a la gran importancia asignada a esta batalla, el lugar exacto donde tuvo lugar es desconocido. Muchos historiadores asumen que los dos ejércitos se encontraron en el punto donde los ríos Clain y Vienne confluyen, entre Tours y Poitiers.

Carlos Martel situó a su ejército en un lugar por donde esperaba que pasara el ejército musulmán, en una posición defensiva. Es posible que su infantería conjuntada, armada con espadas, lanzas y escudos presentara una formación del tipo falange. Según las fuentes árabes, se dispusieron formando un gran cuadro. Ciertamente, dada la disparidad entre los dos ejércitos —los francos eran casi todos soldados de infantería, en tanto que los musulmanes eran tropa de caballería, ocasionalmente con armadura— Carlos Martel desarrolló una batalla defensiva muy brillante. En un lugar y en un tiempo escogidos por él, disponía de una fuerza muy superior a la de sus adversarios, derrotándola.

Durante seis días, los dos ejércitos se vigilaron con sólo escaramuzas menores. Ninguno de los dos quería atacar. Los francos estaban bien equipados para el frío y tenían la ventaja del terreno. Los árabes no estaban tan bien preparados para el frío, pero no querían atacar a un ejército franco superior en número. La batalla empezó el séptimo día, puesto que Al Gafiki no quería posponer la batalla indefinidamente.

Al Gafiki confió en la superioridad táctica de su caballería, y la hizo cargar repetidamente. Sin embargo, esta vez la fe de los musulmanes en su caballería, armada con sus lanzas largas y espadas, que les había dado la victoria en batallas anteriores, no estaba justificada. En una de las raras ocasiones en las que la infantería medieval resistió cargas de caballería, los disciplinados soldados francos resistieron los asaltos, pese a que, según fuentes árabes, la caballería árabe consiguió romper varias veces el exterior del cuadro franco. Pero a pesar de esto, la fuerza franca, numéricamente superior, no se rompió.

Según una fuente franca, la batalla duró un día —según las fuentes árabes, dos. Cuando se extendió entre el ejército árabe el rumor de que la caballería franca amenazaba el botín que habían tomado en Burdeos, muchos de ellos volvieron a su campamento. Esto le pareció al resto del ejército musulmán una retirada en toda regla, y pronto lo fue. Mientras intentaba frenar la retirada, Al Gafiki fue rodeado y finalmente muerto. En lo que fue la carga definitiva de la caballería del Duque Eudes, que aguardaba oculta en los bosques al norte de la posición del cuadro de Carlos Martel, resultando un movimiento envolvente a la manera de los ejércitos francos, como si de un martillo contra un yunque acabando con toda posibilidad de reagruparse del ejército enemigo. Los musulmanes supervivientes regresaron a su campamento.

Al día siguiente, cuando los musulmanes no volvieron a la batalla, los francos temieron una emboscada. Sólo tras un reconocimiento exhaustivo del campamento musulmán por parte de los soldados francos se descubrió que los musulmanes se habían retirado durante la noche.

El ejército árabe se retiró al sur, más allá de los Pirineos. Carlos se ganó su apodo Martel (martillo) en esta batalla. Continuaría expulsando a los musulmanes de Francia en los siguientes años y volvería a derrotarlos en la batalla cerca del río Berre y en Narbona.

No puede ser menospreciada la importancia de estas campañas, de la batalla de Poitiers y de las últimas campañas en 736-7 para eliminar las bases musulmanas en la Galia y suprimir la capacidad inmediata para ampliar la influencia islámica en Europa. Edward Gibbon y su generación de historiadores, así como la mayoría de los expertos modernos, convienen en que fueron indiscutiblemente decisivos en la historia del mundo. Parece incuestionable que Martel dominó esta era de la historia de una manera como pocos hombres hicieron. Sin embargo, a pesar de esta batalla, los árabes conservaron Narbona y la Septimania durante otros 27 años. Los tratados firmados anteriormente con la población local se mantuvieron firmes y se consolidaron incluso en 734 cuando el gobernador de Narbona, Yusuf ibn 'Abd al-Rahman al-Fihri, llegó a acuerdos con varias ciudades de la zona para defenderse contra las intromisiones de Carlos Martel, que se había expandido hacia el sur brutal y sistemáticamente a fin de ampliar sus dominios. Carlos falló en su intento de tomar Narbona en 737, cuando la ciudad fue defendida tanto por tropas musulmanas.

Contemporáneos cristianos, desde Beda el Venerable hasta Teófanes, el cronista bizantino, registraron cuidadosamente la batalla y fueron rápidos en extraer lo que veían como sus implicaciones. Estudiosos posteriores, tales como Edward Gibbon, opinaron que, si Carlos hubiese sido derrotado, los árabes hubieran conquistado fácilmente una Europa dividida. Gibbon escribió: "Una marcha victoriosa se había extendido mil millas desde el peñón de Gibraltar hasta las orillas del Loira; la repetición de un espacio igual hubiera llevado a los sarracenos a los confines de Polonia y a las Tierras Altas de Escocia; el Rin no era más infranqueable que el Nilo o el Éufrates, y la flota árabe podría haber navegado sin una batalla naval hasta las bocas del Támesis".

Algunas estimaciones modernas del impacto de la batalla se han apartado de la posición extrema de Gibbon, pero su conjetura recibe el apoyo de otros muchos historiadores. Aún así, dada la importancia que los registros árabes de la época dieron a la muerte de Al Gafiki y a la derrota en la Galia, y a la consiguiente derrota y destrucción de las bases musulmanas en lo que ahora es Francia, es muy probable que esta batalla tuviera una importancia macrohistórica al frenar la expansión del islam en Occidente. Esta derrota fue el último gran esfuerzo de la expansión islámica mientras hubo todavía un califato unido, antes de la caída de la dinastía de los Omeyas en 750, sólo 18 años tras la batalla de Poitiers.

Según otros historiadores Carlos Martel rechazó fue solo una de las constantes razias que los musulmanes emprendían estacionalmente en busca de botín. Antes, los francos habían derrotado ya algunas de estas incursiones sin ánimo expansionista, y las mismas se siguieron produciendo después hasta que Pipino el Breve acabó con los restos del poder musulmán en Francia en 759 y su hijo Carlomagno pasó a combatir en España, siendo ese momento un “comienzo de la Reconquista” que parece más lógico que lo de Covadonga. Actualmente se cree que aunque si la campaña que llevo a la batalla fue solo de saqueo y no de expansión, esta fuerza era sin duda la mayor que piso territorio francés. Con esta batalla se debilito mucho el poder musulmán en el sur galo, se perdío a su mejor comandante y cualquier intención posible de expansión se termino.

sábado, 10 de octubre de 2009

Martos es de cine.

Asociacionismo patriota.


El diccionario define el asociacionismo como: “Movimiento social partidario de crear asociaciones políticas, cívicas, culturales, etc.". Y por lo que atañe a quienes, como nosotros, no soportamos el mundo en que vivimos, impugnamos sus valores de materialismo rampante, su falta de identidad colectiva, su absurdidad y su sinsentido, su carencia de alma, hay que añadir: “Movimiento social partidario de crear asociaciones destinadas a combatir tales males”.
Desde hace un tiempo, varios grupos de jóvenes españoles tratan, en efecto, de dar desarrollo práctico a semejante reto, impulsando la consolidación de un movimiento con un fuerte cariz social y estructurado en asociaciones. La asociación, como agrupación básica de voluntades, ha sido el vehículo elegido para dar el salto, para tratar de incorporarse e influir en la vida social. A través de la constitución de asociaciones de diversa naturaleza, orientadas hacia diferentes ámbitos en los que operar, estos jóvenes buscan dar proyección pública a una actitud militante.

Situados fuera de la oficialidad institucional, resueltamente alejados de lo políticamente correcto y de cualquier tipo de relación con las organizaciones sociales (ya sean partidos, sindicatos o grupos de interés) que controlan los resortes de poder, estos jóvenes y estas asociaciones pretenden activar el protagonismo social de sectores invisibles. Aspiran, en efecto, a promover una renovación, orquestada desde lo que en la terminología liberal se conoce como “sociedad civil”. Las actividades que desarrollan, ya sean sociales, culturales o deportivas, cuentan con un objetivo suplementario: el de promover la implicación de los jóvenes y sectores desfavorecidos por la globalización; cargar contra lo establecido. Y para ello poseen un fuerte componente ideológico.


Se trata de asociaciones como Fernando III de Sevilla, Alfonso X de Alicante o Respuesta Joven de Granada, La pugna por defender un sentido comunitario frente al individualismo imperante, por recuperar el protagonismo juvenil o por defender decididamente la nación y las identidades regionales ante el caos cosmopolita son algunas de sus principales características.

En los últimos meses han iniciado la celebración de encuentros periódicos que permitan reforzar la colaboración entre esas asociaciones y servir al mismo tiempo de punto de encuentro para jóvenes comprometidos con los valores que defienden. En ellos, la práctica de actividades deportivas, la formación cultural y el debate son los ejes sobre los que se sostiene su práctica asociativa. Una práctica que se traduce en una amplia labor a pie de calle realizada a diario por los militantes de estas asociaciones.

Ajenos a la actividad política convencional, estos jóvenes se identifican como ciudadanos concienciados, convertidos en sus propios representantes a través de una continua militancia metapolítica. No les interesan los partidos, ni centran su interés en el Congreso de los Diputados, sino en calar hondo en el seno mismo de la nación española, de sus jóvenes y de sus gentes. Su lucha está en los valores, no en eslóganes viejos y repetidos como sonsonetes.

Los pasados días 7, 8 y 9 de agosto cerca de un centenar de representantes de las principales asociaciones españoles se reunieron en el II Encuentro de Asociaciones Patrióticas celebrado en Alicante. También participaron diversos invitados externos al movimiento asociacionista español, como Benedetto Soccodato, del Foro 753 de Italia (donde el movimiento asociacionista tiene un extraordinario vigor) y Javier Ruiz Portella, director de Elmanifiesto.com.