domingo, 5 de abril de 2009

Una alcaldesa y mucho alcohol...

El jueves 2 de abril, se celebró un año más, la ansiada (para la gran mayoría de los jóvenes) 'Fiesta de la Primavera', de la cual me propongo hoy analizar varias cuestiones importantes.

Primeramente vamos a decir que la locura y euforia que para la juventud supone la celebración de dicho evento, trae consecuencias aún inexplicables. Consecuencias tales como que el traslado de la fiesta a un recinto semicubierto supuso que estos hijos nacidos de la cultura televisiva, reaccionasen de mal gusto contra la alcaldesa, concejal de festejos, o cualquier otra institución responsable de esta 'hecatombe'. Esta claro que el cambio no era del todo adecuado (contando con que siempre se ha celebrado en 'El Ferial', y que se pretendía cobrar por beber), pero no era como para que la masa enfurecida reaccionase pidiendo casi la cabeza del responsable, llegando incluso a amenazar con no votar a la alcaldesa de nuevo, y es que "cría cuervos y te comerán los ojos".
Con reacciones asi te llegan sensaciones varias a la cabeza. Entre ellas, la magnitud que produce un simple macrobotellón en la juventud actual. Se me viene a la cabeza la pregunta de si es sensato que una juventud de movilice por algo tan banal y superficial como es el embriagarse hasta perder toda razón e instintos, llegando incluso -en algunos casos- a rozar o padecer el coma etílico.

La importancia que se le puede dar a esto se sitúa en el momento en el que se pasa de querer divertirse sin necesidad de beber abundantemente para ello, a beber casi por obligación. Beber porque beben tus amigos, beber para intentar de alguna forma divertirte aún más. Craso error. Estoy de acuerdo en que en determinado momento si hay que tomar alguna bebida alcohólica se toma, porque con moderación casi todo es bueno. Pero beber por diversión, beber por placer, el placer a perder las facultades subjetivas sin sentido alguno, eso desde luego que es un grave error. No solo por el daño físico y mental que supone el consumo excesivo y permanente de alcohol, si no algo más grave. Algo que casi nadie nota con facilidad y que esta patente en todo momento.

El alcohol es un interés más para el '$i$t€ma'. Este nos quiere manipular y debilitar de mil formas distintas. Formas que ya conocemos, como son por ejemplo, la televisión y demás medios de comunicación; formas que nos hacen vulnerables a todo. Solo siendo vulnerables somos fáciles de manejar y 'amoldar' a su antojo. Solo siendo vulnerables y fáciles de manejar no nos quejaremos de nada, no nos rebelaremos, ni reaccionaremos, y cualquier problema lo miraremos como algo normal, sin importancia alguna, con la esperanza vana de que se solucionará antes o después.