domingo, 8 de septiembre de 2013
Protesta "Gibraltar español".
En agosto de 1704, una escuadra anglo-holandesa se dirigió a Gibraltar. Exigieron la entrega incondicional de la plaza y un juramento de fidelidad al Archiduque Carlos. El gobernador de Gibraltar rechazó el ultimátum. Durante la noche del 3 al 4 de agosto, el castillo y la misma ciudad sufrió intensos bombardeos. Tras cinco horas de bombardeos la plaza se rindió, pero no a Inglaterra, sino a Carlos III de España, como se autotitulaba el Archiduque. La mayor parte de la población del Peñón, fiel a Felipe V, huyó de la localidad y se refugió en diversos lugares. La mayoría se trasladó a la ermita de San Roque, dando lugar a la creación del municipio de San Roque, el cual aún hoy tiene la denominación oficial de "Ciudad de San Roque donde reside la de Gibraltar". Nueve años más tarde, la conquista se formalizó mediante el Tratado de Utrecht (1713), en el cual España cedía al Reino Unido:
"la plena y entera propiedad de la ciudad y castillos de Gibraltar, juntamente con su puerto, defensas y fortalezas que le pertenecen, dando la dicha propiedad absolutamente para que la tenga y goce con entero derecho y para siempre, sin excepción ni impedimento alguno. Pero para evitar cualesquiera abusos y fraudes en la introducción de las mercaderías, quiere el rey católico y supone que así se ha de entender, que la dicha propiedad se ceda a la Gran Bretaña sin jurisdicción alguna territorial y sin comunicación alguna abierta con el país circunvecino por parte de tierra. [...] Si en algún tiempo a la Corona de la Gran Bretaña le pareciere conveniente dar, vender, enajenar de cualquier modo la propiedad de la dicha Ciudad de Gibraltar, se ha convenido y concordado por este Tratado que se dará a la Corona de España la primera acción antes que a otros para redimirla."
Durante los primeros años del siglo XX, el peñón fue excavado para construir túneles que uniesen las partes este y oeste. El material extraído fue utilizado para ganar unas 26 hectáreas a la bahía de Algeciras, permitiendo así la expansión de las instalaciones portuarias.
En 1909 los británicos construyeron una verja de siete pies de altura (la famosa "verja de Gibraltar") consagrando la ocupación de más de 800 metros de istmo situado en el territorio neutral. De esta forma Gibraltar se apropiaba de más de la mitad de un terreno cuya neutralización se había acordado en el siglo XVIII por parte de España y Gran Bretaña.
Se siguió una política similar con respecto a las aguas territoriales, que de acuerdo con los términos del Tratado de Utrecht eran reconocidas como "aquella área circundante a la colonia hasta la cual podían alcanzar los cañones de la fortaleza del Peñón". A lo largo de los años estas aguas territoriales han sido incrementadas unilateralmente de facto por el Reino Unido, basándose en lo establecido por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho al mar que permite llegar hasta el límite de 12 millas náuticas. Algo inaceptable y contrario a los términos del Tratado de Utrecht, y por tanto no se puede reconocer al Reino Unido más aguas que las del puerto de Gibraltar (cedido por el Tratado de Utrecht) ni más espacio aéreo que el situado sobre la vertical del Peñón.
En 1938 se aprobó la construcción de un aeropuerto militar en el territorio situado entre la verja y el peñón. En 1941 se dio el visto bueno al trazado del aeropuerto, cuya pista de aterrizaje se introducía más de 800 metros en la bahía de Algeciras, en una interpretación unilateral hecha por Gran Bretaña del alcance de las aguas jurisdiccionales de la colonia, siendo ilegal por lo fijado en los términos del Tratado de Utrecht y de otros convenios internacionales
Durante la II Guerra Mundial algunos falangistas y militares intentaron mediante sabotajes liberar Gibraltar del ignominioso dominio inglés de forma infructuosa. Entre ellos estaba el histórico falangista Narciso Perales, pero estas operaciones acabaron fracasando produciendo las ejecuciones de los dos falangistas José Martín Muñoz y Luis López Cordón-Cuenca, el primero por volar un depósito de combustible y el segundo acusado de espionaje.
En 1946 y por el Capítulo XI de la Carta de las Naciones Unidas, el Reino Unido registró a Gibraltar como "territorio no autónomo", Gibraltar fue incluido en la lista de territorios sometidos a descolonización. Desde el Reino Unido se ha querido favorecer que la ONU se posicione a favor de Gibraltar, con la posibilidad de que se declarase independiente, olvidando lo firmado en el tratado de Utrech, que establece que:
“si en algún tiempo a la Corona de la Gran Bretaña le pareciere conveniente dar, vender o enajenar, de cualquier modo, la propiedad de la dicha Ciudad de Gibraltar, se ha convenido y concordado por este Tratado que se dará a la Corona de España la primera acción antes que a otros para redimirla”
Por lo que la culminación del proceso de descolonización se traduciría en la retrocesión de la colonia a España; en la resolución 1514 (XV) de la ONU, que al mismo tiempo que garantiza en su apartado 2º el derecho de los pueblos a disponer de sí mismos, también afirma en su apartado 6º que todo “intento a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidad”. Por todo ello no debemos olvidar que los gibraltareños son meros colonos ocupando territorio español, por lo que no tienen ningún tipo de derecho a decidir sobre su futuro ya que la verdadera población de Gibraltar se encuentra en las poblaciones de San Roque, Los Barrios, Algeciras, etc. Y la población de Gibraltar como ya hemos dicho son colonos ocupando territorio español.
Pero lo que nos encontramos en la actualidad ya no sólo es la humillación sufrida a lo largo de tres siglos de contar con la presencia de colonos británicos en nuestro territorio nacional, sino con la falta de respuesta por parte de nuestros gobernantes en cuanto a la situación de Gibraltar. Como vemos históricamente España ha permitido todos los abusos que ha cometido el Reino Unido que no ha respetado ninguno de los tratados firmados por ambas partes. Ahora además Gibraltar se ha convertido en un paraíso fiscal perjudicando además la economía nacional.
Desde Iberia Cruor y tras lo expuesto la única solución que vemos aceptable y que restauraría la humillación sufrida por España es la devolución de nuestro territorio y la expulsión de los colonos británicos, por lo que nuestros militantes sacaron una pancarta bajo el lema “Gibraltar español” en la vuelta ciclista española a su paso por Jaén como protesta simbólica donde reclamamos la soberanía española de Gibraltar.