lunes, 10 de diciembre de 2012

España es una nación, no una constitución.


Artículo 47 Constitución Española:
“Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las condiciones pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación"

Artículo 50 Constitución Española:
"Los poderes públicos garantizarán , mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad"

Artículo 128 Constitución Española:
"Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general"

Estos son algunos de los artículos de la actual Constitución Española y es que otro 6 de diciembre más los políticos españoles se visten con el traje de luces para festejar la Constitución Española. Pero ¿Realmente hay algo que celebrar?, cuando este texto normativo por el cual se regula España no es respetado ni por esos mismos políticos que se escudan en él para gobernar. Ese texto que se habla de vivienda digna, de libertad de expresión y de derecho a un trabajo digno que cada día es pisoteado por esa casta política. Esa misma casta política que a la par se llena de orgullo al hablar de constitución, de democracia y de libertades. Y es que la hipocresía de la casta gobernante no puede ser mayor al mencionar en sus discursos palabras de las cuales desconocen su significado.

Pero es que el mal de la constitución no se queda ahí y va más allá, llegando a hacernos olvidar a veces que España no es una constitución sino una nación. Que España no nace con la constitución de 1812 o con la de 1978, sino que España tiene miles de años de historia y que es una unión de pueblos con una lengua, una cultura y en definitiva una identidad en común. Para nada España es sólo un texto legal por el cual se define el actual estado, España es toda su historia, su cultura y tradición. Nosotros nos sentimos orgullosos de España por todo lo que conlleva, no por una constitución que define unos principios que ni siquiera tienen aquellos que la crearon.

Por eso nosotros lo tenemos claro: España es una nación no una constitución.